.jpg)
A veces un simple hecho puede dar la vuelta a un gran tema. Si el pasado congreso de móviles de Barcelona ha generado millones de impactos en todo el mundo, es curioso ver como el hecho de que un ladronzuelo robase a un alto cargo de una empresa del sector el último modelo todavía inexistente en el mercado, ha generado también ríos de tinta.
Cuando el señor Sol Trujillo, jefe supremo de Telstra, el operador que manda en Australia, se dió cuenta que su flamante prototypo HTC con Windows Mobile le había sido sustraído lo comunicó a su centro de operaciones. Gracias a la tecnología en este caso, y a una función disponible en todos los teléfonos corporativos, el remote swipe, todos los datos e incluso el sistema operativo (todavia en beta), fueron borrados a distancia con un golpe de tecla.
Sin embargo da rabia saber que la palabra "pickpocket" (aka: carterista) volvió a unirse a Barcelona y a España de carambola.